Sobre el Sistema de Restricción Vehicular “Hoy no circula”
El Municipio del Distrito Metropolitano de Quito ha anunciado que desde el día 9 de septiembre regirá en la ciudad el nuevo sistema de restricción vehicular: “Hoy no circula”.
La restricción vehicular es una medida de gestión de la demanda de transporte utilizada para establecer prohibiciones parciales o totales a la circulación de diversas clases de vehículos, en cierto tiempo o en cierto lugar, y es utilizada principalmente dentro de las zonas urbanas o en situaciones de emergencia.
El análisis internacional de la consultora Inrix Traffic Scorecard ubicó en 2018 a la capital en la posición 26 entre 200 urbes con mayor tráfico del mundo; un retroceso de tres puestos versus el 2017.
Por otra parte, el parque vehicular de Quito está compuesto por aproximadamente medio millón de vehículos, de las diferentes clases: Transporte Público, Comercial (pasajeros y carga), Cuenta Propia y Particular.
La densidad vehicular en la ciudad de Quito es de 0,19 vehículos por habitante -por debajo del promedio regional-, con un crecimiento vehicular promedio del 3% anual. No obstante, la geografía de Quito y una inadecuada Política de Transporte, han influido para que la congestión vehicular, se convierta en una de los principales problemas de Movilidad en la urbe.
En el contexto de la Gestión Integral del Transporte, la planificación y organización de los sistemas de restricción vehicular, deben estar alineados a una macro estrategia de Movilidad, donde la restricción vehicular cuente con alternativas sostenibles, seguras, eficientes y asequibles para la movilización de personas y carga, predominando los sistemas multimodal.
De acuerdo al estudio de la Secretaría de Movilidad del Distrito, el 70% de ciudadanos se traslada en Transporte Público, sin embargo la calidad de este servicio no es la adecuada y está lejos de alcanzar un nivel óptimo, por lo que dicho porcentaje está en continuo decrecimiento que provoca que los ciudadanos se vean forzados a la adquisición y uso del transporte particular.
Asimismo, la promoción de Sistemas de Movilidad Activa o No Motorizada como la Bicicleta, es vital para reducir la congestión vehicular y los niveles de CO2 en el marco de una verdadera Movilidad Sostenible; sin embargo, el uso de este sistema no puede reemplazar la utilización de transporte privado a consecuencia del Sistema de Restricción Vehicular, en razón de las condiciones geográficas de la ciudad y del casi inexistente Sistema de Bicicleta Pública.
Un Sistema de Restricción Vehicular eficiente y exitoso debe considerar todos los aspectos que permitan verdaderas alternativas de transporte para uso de la ciudadanía y provocar el menor impacto social y económico; esto significa, un Sistema de Transporte Integral, multimodal, conectado con un transporte público eficiente y de calidad, con el Metro como sistema vertebral.
Adicionalmente, incentivar y promover sistemas de Auto Compartido o Carpool, a fin de elevar la tasa de ocupación del vehículo particular que es aproximadamente de 1,3 personas en Quito, y que en contra posición, como se dijo anteriormente, existe 1 auto para cada 5 personas. Teóricamente, todos los Quiteños podrían caber en la totalidad de vehículos registrados en la ciudad.
En definitiva, un sistema de restricción vehicular como el anunciado provocará la adquisición de vehículos particulares -especialmente usados- incluidas motocicletas, con diferente placa para evitar la restricción, pues no existe un sistema de transporte público que realmente satisfaga la expectativa del usuario, y por ordenanza no se puede imponer su utilización afectando la calidad de vida de los Quiteños.
Por otra parte, no se encuentra una relación técnica directa entre el sistema de restricción vehicular y la repavimentación, pues esta se entenderá será por sectores y responde a un proceso temporal en tanto que el sistema de restricción planteado responde a un problema de congestión vehicular de la ciudad en su conjunto.
Finalmente, la capacidad operativa de los Agentes de Tránsito seguramente no será suficiente para atender la restricción vehicular y las posibles infracciones que se cometerían al desobedecer la misma en todo un día. Aproximadamente dejarían de circular 80.000 vehículos por día, frente a 2.300 Agentes de Tránsito que dispone la Ciudad para todas las acciones de control.
Sobre la base de los antecedentes expuestos, por ahora, conviene mantener el sistema actual de Pico y Placa hasta que se implante un Sistema Integral de Transporte Público Urbano, con la operación del Metro, redefinición de rutas y frecuencias, sistema tarifario unificado y uso real de medios alternos de movilidad sostenible.